Nuestros felinos son al final un poco como nosotros mismos, tienen sus emociones hacia cosas o situaciones que a nosotros mismos nos podrían hacer sentir decaídos o tristes.
SÍNTOMAS DE UN GATO DEPRIMIDO O TRISTE:
Cuando un gato está triste o deprimido, suele mostrar signos de apatía, decaimiento, e inapetencia. También puede dejar de asearse, dejar de utilizar el arenero para hacer sus necesidades, o pasar excesivo tiempo debajo de la cama o el sofá.
POSIBLES CAUSAS DE UN GATO TRISTE:
El cambio de entorno (como una mudanza) es uno de los factores principales, al igual que la alimentación que tiene nuestra mascota. Si es de calidad, si se adapta a su edad y peso, si es lo suficientemente sabrosa para él/ella…En fin, que en el estómago y en dónde se hace la siesta está la felicidad.
De la misma manera, aunque los gatos suelan ser algo apáticos, también necesitan mimo a su manera, jugar con ellos o acariciarlos al menos una horita al día. Al contrario de lo que se opina, son animales sociales y afectivos, que necesitan estar en contacto contigo, y poder desarrollar sus rutinas habituales. A veces la llegada de un bebé, la presencia de una nueva mascota en tu hogar, o la pérdida de un ser querido, son motivos suficientes para que tu gato se pueda sentir desplazado, y adopte comportamientos que así lo manifiesten.
Así pues, revisa a ver si cumples alguna de estas razones:
1. MUDANZA
2. DEMASIADO TIEMPO A SOLAS
3. NUEVO MIEMBRO EN LA FAMILIA / MALA RELACIÓN CON ALGÚN MIEMBRO DE ELLA
4. FALTA DE JUEGO – dedícale una horita al día al menos para estar con él
5. ENFERMAD – en caso de vómitos, falta de apetito e incluso falta de beber agua, heces distintas… Ante cualquier posibilidad, llévalo antes de que pasen 24h!
6. ALIMENTACIÓN DEFICIENTE O QUE NO LE AGRADA
7. EXPERIENCIA TRAUMÁTICA ( ATROPELLO, ABANDONO DE PEQUEÑO, MALTRATO)
8. FALTA DE ESPACIO – necesitan tener su rincón donde sentirse seguros. Es decir, que si hay niños de por medio, algún lugar donde sepa que puede no ser molestado.
9. FALLECIMIENTO DE ALGUIEN DE LA FAMILIA
En el supuesto de que el veterinario descarte una patología, y se incline por motivos de carácter psicológico, te recomendamos que sigas las siguientes pautas para intentar mejorar la situación de tu minino…
¿QUÉ HACER PARA AYUDARLE?
– Juega con él a diario. Y si por determinadas circunstancias no puedes dedicarle todo el tiempo que te gustaría, proporciónale distracciones que fomenten su curiosidad. A veces, una simple caja de cartón o un juguete específico para felinos, puede suponer un reto suficientemente atractivo para que tu gato pase horas entretenido.
– Estimúlalo mediante actividades que le gusten, como poder retozar en algún lugar soleado, dormitar en su rincón preferido, e incluso cepillarlo suavemente para que se sienta más limpio y confortable.
– Háblale de forma cariñosa. Sobre todo, evita gritarle o increparlo. Tu tono de voz y la forma de acercarte a él deben ser cordiales y afectuosos para que tu gato perciba que estás cerca de él y quieres ayudarlo.
– Mímalo de vez en cuando, o diariamente con cositas que sepas que le gustan. Un juguete, hierba de césped para mascar, catnip, o usa nuestros aliños con sabores para alegrarle la comida cada día! Siempre hay algo 🙂
Si pese a estos consejos tu gato no evoluciona favorablemente, deberás acudir a un veterinario especialista en comportamiento animal (etólogo) para que pueda estudiar sus comportamientos y tratarlos debidamente. Su experiencia, unida a la información que tú le facilites, te ayudarán a que tu mascota puede recuperar su comportamiento habitual.